¿Creéis que exagero? Bueno, La Glotona os cuenta la receta de la lasaña de carne de su madre, probáis a hacerla en vuestra casa y ya luego me contáis 😉 Es uno de mis platos favoritos, y cuando la preparamos en casa soy feliz. Así que, mamá, si lees esto que lo sepas: gracias por la mejor receta de lasaña del mundo mundial 🙂
Vamos allá:
Ingredientes para 4 personas:
- 18 láminas de pasta para canelones (3 pisos de lasaña a 6 láminas por piso) o láminas de lasaña
- 1 kilo de carne picada
- Cebolla
- 1 brick de tomate frito
- 1 tarina de paté (foiegras del de Tapa Negra mismamente)
- Queso mozzarella
- Queso rayado
- Sal y aceite
- Bechamel (también voy a poner cómo hacerla) para la que se necesita: margarina, harina, leche o nata líquida.
Tiempo:
Pasos:
Primero hay que cocer las láminas: poner agua a hervir y cuando está, añadir las láminas y dejar reposar durante 10 minutos. De ahí, se pasan a agua fría y luego, se escurren.
Mientras, se va rehogando la cebolla. Cuando ésta empieza a dorarse, se añade la carne picada, se salpimienta y se vierte el tomate frito para comenzar a mezclar todo. Cuando la carne esté bien hecha, añadir la tarina de paté y retirar del fuego.
Poned el horno a precalentar y pasamos a colocar todo en la fuente. Es sencillo: capa de láminas – mezcla de carne- mozzarella– capa de láminas – mezcla de carne- mozzarella– capa de láminas – bechamel – mozzarella- y queso rallado.
Una vez montada la lasaña, solo queda meterla al horno para fundir y gratinar el queso. Os recomiendo la bandeja de en medio a 180 grados durante 10 minutos.
Puede que necesite más tiempo, realmente hay que sacarla cuando ya veáis que el queso está fundido. Manoplas en mano se puede retirar. La lasaña está lista para comer. Ya veréis qué rica 😉
En cuanto a la bechamel, necesitáis un cazo con margarina que hay que derretir poco a poco. Añadid 1 ó 2 cucharadas grandes de harina para que coja cuerpo y entonces, pasad a verter la leche o nata líquida, a gusto de cada uno. Hay que remover sin parar mientras se añade más harina (si se está quedando muy líquida) o leche (si está muy espesa). Por último un toque de sal, y listo.
Para mí, lo más complicado de hacer es la bechamel, las venden preparadas por si os atrevéis con ella. Pero si sois unos valientes os recomiendo hacerla con alguien al lado que os ayude. Por lo demás, es una receta de nivel que queda riquísima. En mi casa, cuando la hacemos no sobra nunca nada, de eso ya me encargo yo.
Pude que estéis pensando “¿para qué me voy a complicar en hacer una lasaña cuando ya las venden preparadas?”. La respuesta es de lo más sencilla: en el sabor no se parecen ni de lejos y ver la cara de los demás al probarla es muy gratificante.
Un mordisquito de ‘La Glotona’.
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