Cuando he visto en twitter restaurante canario he pinchado con la casi certeza de que iba a ser éste. Lo recuerdo perfectamente. Fuimos un domingo en plan picar algo porque era de los más vacíos de la Cava Baja (aun así estaba a reventar). Preguntamos cuánto tiempo creían que tardaría en vaciarse una mesa y nos dijeron que unos 15 minutos, así que mientras tanto pedimos algo. Al final conseguimos sentarnos tras más de una hora de espera, y comentarios de la camarera del estilo “ahora voy y les digo que están tardando mucho para que se vayan”, algo que a un cliente no le resulta demasiado agradable de escuchar. Al final pedimos el queso asado con mojo verde, que me gustó mucho, huevos rotos con chistorra o similar, que eran excesivamente aceitosos y con un sabor muy fuerte, y un par de tostas de pata asada que estaba totalmente reseca. En definitiva, una estafa total después de ver el precio que pagamos por cabeza teniendo en cuenta lo que pedimos y que éramos 6. Al final la camarera intentó echarnos con la misma técnica que tan bien nos había descrito anteriormente. Fue a la lista negra.