Los cócteles y el brandy son buenos amigos, mejores de lo que podéis llegar a pensar. ¡Tanta ginebra, tanta ginebra! Con lo bien que queda el brandy. Y os lo voy a demostrar 😉
Ya os adelantaba hace unos meses que volví del Enofestival maravillada por la combinación del brandy Magno con la naranja. Ya me tenían convencida cuando de repente me demuestran lo ricos y diferentes que son los cócteles de brandy, un destilado poco empleado en la coctelería.
Por ello, nos reunimos un grupito para deleitarnos probando 3 ricas mezclas. La primera de ellas, el Sidecar (brandy Magno, licor de naranja, zumo de limón). Uno de los cócteles más famosos del mundo, con origen en París y cuyo nombre procede de la asiduidad con la que lo pedía un joven capitán del ejército americano que viajaba en sidecar. El más caro del mundo se puede tomar en el Hotel Ritz de París por el módico precio de 1.350€. Fuerte y con carácter.
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El siguiente cóctel en hacer acto de presencia fue el Horse’s Neck (brandy Magno, Amargo de Angostura, Markham Ginger Ale). Dicen que su apogeo fue con la Ley Seca…No es de extrañar pues a la vista engaña y al paladar conquista (qué bonita me ha quedado la frase, ¿no?). También fuerte pero un pelín más dulce que el anterior.
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Y el último resultó ser mi favorito de la noche, el Lumumba. Se prepara con brandy Magno y…¡batido de chocolate! Queda delicioso y tan suave que entra solo. Puede servirse frío o caliente. Su dulzura engancha, ya os lo advierto. Y el curioso nombre se lo debe a Patrice Lumumba, artífice de la independencia del Congo.
Esta degustación de cócteles la realizamos en el Espacio Cultural La Victoria (Santa Isabel, 40 -metro Antón Martín, L1), un lugar que visité por primera vez para esta ocasión y al que volveré sin dudarlo ya que aquí se representan obras de teatro, hacen talleres y su bar es muy agradable y acogedor.
Hay muchas más formas de tomar Magno en combinados y podéis consultarlas en su nueva novísima web. Así pues, queda demostrado que el brandy y los cócteles son amigos del alma. ¡Solo falta pedirlos en vuestros bares o atreveros a probar en casa!
¡Un mordisquito de La Glotona!
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