Abrió hace solo un par de meses y tuve la suerte de celebrar allí una comida de trabajo navideña. Según iban desfilando los platos tenía cada vez más claro que el restaurante Pink Monkey va a ser un must este año. ¡Tomad nota y a comer!
Su cocina es asiática con influencias peruanas, mexicanas y mediterráneas. Y no defraudan. Realmente su carta mezcla en cada plato los sabores, ingredientes y recetas, no de las cuatro cocinas a la vez, pero sí de un par o tres. Así que vais a descubrir muchos matices nuevos y a comprobar como la fusión está de moda y es una exquisitez siempre que se hace bien.
¿Qué comer?
En aquella comida éramos cuatro personas, de forma que pedimos todo para compartir. Por cierto, no olvidéis pedir la carta de cócteles y comer con uno de ellos porque acompañan a los platos de lujo. Ejemplos: el Birú de maracuyá o el Fresh Bazaar (8€).
Para comenzar nuestra experiencia en Pink Monkey abrimos la veda con los Baos de panceta con majado vietnamita y los de pato pekín (9€ 2 unidades). Ambos son una delicia y pero a mi me conquistó el de pato. El pan del bao, auténtico; las salsas, maravillosas; y los ingredientes principales, tan sabrosos y jugosos que no hacíamos más que soltar un continuo “mmmm” entre bocado y bocado.
Bao de pato pekín, Pink Monkey
Baos de panceta, Pink Monkey
Luego pasamos a los Nemton vietnamitas de cerdo y cangrejo (9,9€), crujientes y estupendos. Son rollitos de una masa crujiente con el relleno.Vienen acompañados de una salsita que no pica y le da sabor. Sinceramente, no recuerdo de qué era pero no temáis porque realzan los sabores y sí, cerdo y cangrejo no se dan de palos en la boca sino que son un acierto.
Nemtons vietnamitas, Pink Monkey
La Presa ibérica lacada (15,9€) fue el mejor plato a mi juicio. Tiene un toque de lemon grass y jengibre, y va acompañado de verduritas. La presa súper tierna y no sé con que salsa será el lacado pero me pareció una maravilla. ¡Pedidlo sí o sí!
Huevos rotos con atún rojo (18,5€). Un plato que lees en la carta y te quedas “loco”. ¿Cómo que unos huevos rotos con atún rojo? ¿Pero qué dices?”. Pues sí. Existe es un señor platazo. Se presenta con los daditos de atún -bien fresco- abajo, el huevo sobre ellos y unos “hilos” de patata coronando. Y se comen al estilo tradicional: se rompe todo, se mezcla bien con la yema y adentro. Tienen un toque picante muy rico. Pura originalidad y otro de mis favoritos.
Dumplings de gambas (12,5€), que no son los típicos dumplings porque van con un sofrito chino y no solos, cocidos o al vapor y ya. De esa forma tienen más textura y se deshacen en la boca. Buenísimos y la salsa espectacular -sí, una vez más-. Vienen 4, así que compartid sí o sí.
Y también probamos los Satay balinés de pollo (9,5€). Unas brochetas de pollo horneadas o a la brasa con salsa satay y servidas después en un cuenco con salsa de coco. Esta salsa -vale, en este restaurante TODAS las salsas son de flipar, por si no se ha notado pero es que esta gana al resto- está para pedir pan y mojar o tomarla con la cuchara directamente. No os cortéis y servios bien.
Huevos rotos con atún rojo, Pink Monkey
Presa ibérica lacada y cóctel, Pink Monkey
Dumplings de gambas, Pink Monkey
Satay balinés, Pink Monkey
Para el postre no había mucha variedad cuando fuimos, de modo que nos quedamos con el Sorbete de choco chile y otro de coco lima (1,75€) cada uno. Suaves y seguro que digestivos. El de coco es fresco y suave, el de choco es más dulce y con un toque picante al tragar. Ideales para cerrar la comilona.
Helados de chocolate y coco, Pink Monkey
Sobre el local y la atención
El local es amplio aunque puedes verlo todo estés donde estés. Tienen una terraza con calefacción que hace las delicias de los fumadores y que en verano será un puntazo. La decoración es realmente chula y desenfadada, la cocina se puede ver desde el local y las letras luminosas con el nombre al fondo son lo más, en contraste con las mesas y sillas. Sobre la atención, nos iban sirviendo diferentes camareras. Recuerdo a dos de ellas perfectamente informadas sobre la carta, que nos explicaban cada plato que llegaba a la mesa y eran muy amables. Y a otra que debía ser nueva porque no cogía bien las cosas, no controlaba la carta y su trato hacia nosotras fue bastante de colegueo. Nada que estropee la experiencia pero a tener en cuenta.
Dirección
Pink Monkey se encuentra en Calle Monte Esquinza, 15 (metro Alonso Martínez, L4, 5 y 10). Abierto L-J de 13 a 01h. V-S de 13:30 a 02h. Y D de 13:30 a 17h. Tel: 913 10 52 72. Su web está de reformas, seguidlos en Facebook
¿Se nota la fusión o no en sus platos? Este restaurante es sorprendente, adictivo y distinto a los demás. Ah, y no, no tengo ni idea de porqué se llama Pink Monkey. Habrá que volver a descubrirlo.
¡Un mordisquito de La Glotona !
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