Un pequeño gastrobar que nos sorprendió ya de entrada. Es pequeñito pero su cocina es matona. Deliciosa. Productos del día, cocina de mercado y unos platos perfectos. Es así: no querrás que pase el tiempo en El Reloj de Arena .
Una fría noche nos asomamos a este rinconcito junto a Nuevos Mnisterios . Llevan 6 meses abiertos y desbordan ganas e ilusión. Su carta es reducida para poder bordar a la perfección lo que hacen. Y eso me encanta porque las cartas demasiado largas me marean y esta tiene de todo, más clásico, más original, pero todo cuidado al detalle, elaborado con productos de calidad y de mercado por el chef Oscar Fernández . Y a un precio más que razonable. Tras un vistacillo a su carta lo primero que tuvimos claro fueron las bebidas: dos copas de albariño Aldora Maris (2,8€), por favor.
El reloj de Arena
¿Qué comer?
Después llegaron los bocados. Al ser dos compartimos todo. Nos decantamos por algunas de sus propuestas más tradicionales pero creo que hicimos muy bien porque fuimos a por platos que, si resultan ser caseros y estar buenos, es que todo lo demás merece la pena.
Croquetas pata negra, El Reloj de Arena
Comenzamos con las Croquetas pata negra (6€). Sí, glotoncill@s, son caseras ¡salta a la vista!. Vienen cinco aunque en la foto el ángulo solo me daba para sacar cuatro y están hechas con caldo de cocido . La bechamel estupenda, un sabor a jamón genial y yo me hubiera llevado un tupper a casa. ¡Viva la croqueta hecha con amor!
Lágrimas de pollo con salsa de mostaza y miel, El Reloj de Arena
Cuando no habíamos acabado con ellas aparecieron las Lágrimas de pollo con salsa de mostaza y miel (6€). Reconozco que pedí el plato porque soy fan de esa salsa y si el pollo resultaba ser “de verdad”, y no unos malos nuggets congelados, me tendrían en el bote. Adivinad: ¡era pollo de verdad! Lomitos rebozados con especias que mojados en la salsa pues…conquistan.
Steak tartar, El Reloj de Arena
También pedimos el Steak tartar (15€) pero en este caso fue idea de mi acompañante porque le hacía ilusión probarlo. ¡Nunca lo había comido! Y cómo iba a consentir La Glotona una cosa así, por favor. Ya sabéis que no es un plato que me suela conquistar. De hecho, me cansa muy rápido y al ver el gran tamaño de este steak tartar pensé que tomaría dos mordisquitos y ya. ¡Pues no! Nos lo acabamos entero y puedo decir que colaboré mucho en ello. Con un toque picantito, la carne jugosa que se deshacía y unas tostadas de pan con aceite para acompañar y darle el toque crujiente (vienen varias a ambos lados pero la foto quedaba más bonita así). Genial. Una delicia elaborada con carne fresca, por cierto.
La Sartén. Huevos rotos con jamón, El Reloj de Arena
“La Sartén” Huevos rotos con jamón (8€) fue mi plato estrella. Nada más verlo en la carta y comentarme el camarero que la cantidad era muy generosa, insistí en pedirlo. ¡Acierto! Con dos huevos fritos cuyas yemas se rompieron de maravilla, unas patatas fritas “de verdad” -vamos, que no eran congeladas y rancias- y un jamoncito divino . Qué gustazo da romperlo todo, mezclarlo y no dejar nada en la sartén.
Estaba llenísima cuando terminamos la cena pero de su carta me hubiera pedido todo: el Bizcocho de cabrales, mermelada de tomate y anchoas de Santoña (7€), la vieira, la hamburguesa vegetal de queso de cabra con salsa de miel y nueces (3€) o los dados de berenjena con miel y lima (5€). ¡Ah! Y atentos los cerveceros porque tienen Estrella Galicia y también unos cuántos cócteles en carta, o podéis pedir la copa que queráis directamente.
Sobre el local y la atención
La calificación de gastrobar les va como anillo al dedo porque realmente su cocina es espectacular y de mercado pero el sitio en sí es un pequeño bar con unas 6 o 7 mesas. Como estar en familia, vaya. Mesas altas de madera, todos los detalles en tonos azules, velas, un jardincito vertical adornando una de las paredes, una estantería con revistas y adornos…Y en la pared de entrada, la pequeña barra con la cocina al fondo donde su chef comienza el proceso para sorprendernos.
El servicio fue sencillamente extraordinario . Los platos salían muy rápido a pesar de estar el bar lleno -porque justo celebraban un cumpleaños- y como nuestra mesa era pequeñita el camarero se preocupó de que todo entrara, de retirarnos lo que sobraba, ofrecernos más pan y siempre con una sonrisa. Muy atentos, sin duda.
Dirección
El Reloj de Arena se encuentra en Calle de Joaquín Costa, 9 . Abierto L-J de 8 a 00:00h. V de 8 a 02:30h. S de 11 a 02:30h. Tel: 915 62 91 31. WEB
Al final el tiempo corrió y tuvimos que marcharnos pero os garantizo que volveré a probar todos los platos pendientes, a tomar sus desayunos o una copa.
¡Un mordisquito de La Glotona !
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