Justo cuando el frío llegó para quedarse y la lluvia vino con él, un viernes a la hora de comer para ser más exactos, acabé en Garbel . Puede que muchos no lo reconozcáis pero se trata de un clásico de la zona de Chueca que cerró sus puertas hace unos años y acaba de abrirlas de nuevo. Es nuevo pero guarda la misma esencia tabernera madrileña que su antecesor .
Esta antigua bodega nació en 1940 con Belarmino García (de ahí el nombre) ofreciendo a los madrileños platos típicos y unos bocadillos de calamares y tortilla que causaron furor hasta el año 2000, cuando Belarmino decidió retirarse. 16 años después esta reapertura corre a cargo de su nieta, Carmen, quien se encarga de actualizar aquellos platos y conservar otros porque ¡incluso se pueden encontrar algunas recetas originales del primer Garbel!
¿Qué comer en Garbel?
Para empezar, una ración de croquetas de pulpo (8€ entera y 4€ 1/2). Nunca las había visto y son realmente curiosas. De sabor, no se puede comparar con un pulpo a la gallega pero están muy buenas y cremosas. Y si queréis seguir mi estela, pasad a los Rollitos Garbel , una de las recetas originales del primer Garbel que se prepara con la pasta de los rollitos de primavera en versión mini y rellenos de carne picada, verduras y acompañados de salsa agridulce. Un curioso cambio para el paladar si lo tomas buscando algo similar a los rollitos de primavera.
Ensalada de espinacas baby y queso manchego. Garbel.
También como entrante probé la Ensalada espinacas baby y queso manchego (9€). Bien buena y sabrosa con las lascas de queso. ¡Y generosa!
Pasando a bocados más contundentes podéis tomar los Tallarines Garbel (11€), otra de las recetas originales. No me extraña que la hayan rescatado porque están de rechupete. Lleva repollo, judías, zanahoria, apio, calabacín y gambas. Y bueno, algún toque que no nos cuentan y le da ese puntito oriental pero diferente.
Tallarines. Garbel.
Y, claro, ¡cómo me iba a ir sin probar los famosos bocadillos! Fue complicado escoger pero, como estábamos compartiendo entre dos, nos quedamos con dos bocadillos también para tomar a medias: el clásico Bocadillo de calamares (8€) servido con pan negro y el Bocadillo de Roast Beef con berenjena y brie (9€). Ambos son crujientes y van en panes de 15 centímetros que elaboran especialmente para el restaurante. Me chiflaron los dos. Los calamares del primero estaban tan bien hechos y fritos que hubiera repetido, además de por la mayonesa que los acompañaba. Y el de Roast Beef no deja indiferente, ya que con la berenjena y el brie logra puntos muy contrastados.
Bocadillo de calamares. Garbel.
Bocadillo de roast beef. Garbel.
Para terminar aquella comilona tomamos una porción de Tarta Red Velvet (5€) y cafés, un Cappuccino en concreto para La Glotona. Las tartas se muestran en un carrito de postres, así que si leyéndolos en la carta no lo tenéis claro, pedidlo y dejad que la vista decida. Yo os garantizo que la Red Velvet está de escándalo.
Tarta Red Velvet y cappuccino. Garbel.
Por cierto, deciros que de lunes a viernes a la hora de comer tienen platos del día de cuchara . Unas lentejas, un cocido, unas judías…Y para las meriendas, un café cappucino, con leche, cortado o té + porción de tarta Red Velvet, de zanahoria o bizcocho de chocolate o manzana os sale a 4€ .
Sobre el local y la atención
Este Garbel está reformado y ahora luce mucho más moderno. La idea es que la calle pase al interior del local, por lo que encontraréis un mural con un graffiti de 5 metros ni más ni menos. Frente a él una moto en la que -atención- ¡podéis subiros y haceros fotos! Menos llevárosla, lo que queráis. Y en la pared contraria comienza la barra. En la izquierda, mesas altas donde tomar unas copas o picar algo. Y después, mucho más. El local tiene forma de U, por lo que se divide en un total de cuatro zonas. A la primera le sigue la zona chill out, con mesas bajas de nogal, sofás y luz ténue. La tercera es como la anterior pero privada, de hecho, se puede reservar. Está decorada con baldosa hidráulica como lo estuvo en su momento el local original, paredes de ladrillo y paneles microperforados. La cuarta y última zona es el comedor. Hay un reloj enorme en la pared izquierda que me quiero llevar a casa y al fondo, frente al ventanal, un columpio colgado del techo que, adivinad, también quiero.
Entrada. Garbel.
Reservado. Garbel.
¡Ah! Y los camareros van vestidos con monos de mecánico , cosa que me hizo muchísima gracia. Son súper serviciales y atentos.
Dirección
Garbel se encuentra en la Calle Infantas, 28. Abierto L-J de 13 a 00h. V y S de 13 a 02h. D de 13 a 20h. Horario de cocina: de 13 a 17h y de 20 a 00h. Tel: 91 601 52 66. WEB .
Este nuevo Garbel guarda la esencia de lo que fue pero adaptada a la actualidad. Una taberna del 2016 y por muchos años más.
¡Un mordisquito de La Glotona !
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