¡Hola glotoncill@s!
Sé que ya estabais extrañando mis recomendaciones gastronómicas pero es que mi vida personal ha sufrido un vuelco -uno de los buenos, nada malo- que me ha tenido apartada de la web, aunque no de la mejor restauración. Para pediros disculpas por tal tardanza, os traigo un lugar que todos deberíais probar: Zarracín.
Este restaurante ubicado en la zona de San Bernardo va a dejar vuestros estómagos con un nivel de satisfacción inigualable. Vais a salir de allí alabándolo, al igual que haréis con cada bocado.
Su objetivo es mantener la esencia de la comida vasco-navarra tradicional con un concepto renovado , toques modernos y emplatados vanguardistas. Les deseo todo lo mejor ya que me sorprendieron muchísimo. En mi visita fuimos 6 personas y tomamos un menú degustación que nos permitió conocer lo mejor de su carta .
¿Qué se come en Zarracín?
La comida comenzó con lo que suelen acabar: unos buenos chupitos. Pero no había nada de alcohol en ellos sino que eran de Crema de calabaza con aceite de trufa. Una crema espesa, suave, con el sabor de la calabaza mezclado con las demás verduras que probablemente han usado en su elaboración.
Después pasamos a un trampantojo (14€). La forma era un tomate , casi como recién cogido de la tomatera. Pero se trataba de salmorejo con un centro de burrata . El salmorejo, por supuesto, se podía masticar ya que lo habían solidificado, así que es muy curioso comerlo así. Me supo realmente como el de casa, con un toque a albahaca y esos estupendos guisantes poco hechos y crujientes, que le ponen un acento al plato.
Trampantojo
Seguimos con lo que no debe faltar nunca en un buen restaurante: Croquetas de jamón ibérico (10€/8uds.) . Eran caseras, sabrosas y con un crujiente rebozado, ya que lo elaboran con panko, un pan rallado chino.
A continuación nos dejaron pasmados con la preparación de Las patatas paja con jamón ibérico y un par de huevos pochados (14€), ya que rompen en directo los huevos poché y esas patatas pasan de ser sólidas como rocas a ablandarse poco a poco con la yema del huevo, todo junto al exquisito jamón que aporta la sal justa.
Y tras estos entrantes, pasamos con los principales: un pescado y una carne. El primero fue la exquisita, maravillosa, provocadora de una caída de mandíbula hasta el suelo, Lubina salvaje con reducción de ginebra Wint sobre cous cous de boletus (24€). El nombre os ha hecho salivar. Si pudiérais olerla ahora mismo, os lanzaríais sobre ella sin miramientos y al primer bocado, alucinaríais como hicimos todos los presentes en aquella mesa. El pescado es soberbio pero es que el cous cous era otra pasada. Si me tengo que quedar con solo uno de los platos que tomamos, es este.
Lomo alto marinado
Verduras a la brasa y lomo
Y para finalizar, un Lomo alto marinado (39€/2 personas) en ponzu, jengibre y lima. Lo sirven crudo, para que puedas prepararlo en el punto que desees sobre una piedra caliente, junto con verduras a la brasa y patata asada violeta. Cuando estas deliciosas láminas de carne se posan sobre la piedra, se desprende un olor embriagador y, una vez en boca, ese marinado se deja notar sin tapar el sabor del producto.
Falso brownie
Tarta de queso al vapor
Los postres también merecen su mención porque fueron otra sorpresa, ya que probamos su Tarta de queso al vapor (6€) y el Falso brownie (6€). La tarta de queso me encantó y merece estar en cualquier top ten de este postre que se precie. Además, la sirven “despedazada”, ya que la mermelada típica de arándanos va por un lado, el queso por otro y la base de galleta igual. Sobre el falso brownie, cuando lo probé, no entendía que tenía de falso. Me sabía a delicioso brownie de chocolate, ¿qué engaño podía haber ahí? Pues que está preparado para que los celiacos puedan tomarlo, es decir, sin gluten. Y no se nota en lo más mínimo.
La bodega tampoco tiene nada que envidiar a los platos, ya que cuentan con una selección estupenda. Una parte de la mesa se decidió por vino blanco -un Albariño de Pazo Cilleiro – y otra por tinto, que les resultó sublime pero…no anoté el nombre. Igualmente, encontraréis vinos de Madrid, de Navarra, Valencia, Rioja, etc.
El local y su atención
El local parece pequeño al entrar pero en realidad tiene forma de U y más allá de su barra se esconden las mesas, perfectamente vestidas para los comensales. El local rezuma mucho gusto y una sensación de que cada detalle ha sido minuciosamente pensado en su estética sencilla y de toques rústicos. La atención fue fantástica. Ni una pega.
Datos útiles
Restaurante Zarracín se encuentra en Calle San Bernardo, 106 (metro San Bernardo, L2 y 4). Abierto de M a V de 12:30h a 00:00h. S de 12:00 a 00:00h. D de 12:30 a 18:30h. Tel: 911 40 96 43. Web: zarracin.es
El lugar perfecto para disfrutar con vuestra familia o para una celebración especial o, sencillamente, poneros las botas y deleitaros.
¡Un mordisquito de La Glotona!
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