¡Las ganas que tenía de hablaros del restaurante Cilindro ! No os hacéis una idea, ya os lo digo. Cuando sales de un lugar donde te han atendido a las mil maravillas y te han hecho flipar con su cocina, ¡hay que pregonarlo! Así lo hice en mis redes sociales pero me faltaba el buen artículo de rigor para explicaros todo lo que pude probar.
Fui allí con mi familia para celebrar el cumpleaños de servidora y acerté de pleno. ¡Qué gran forma de comenzar los 28! ¿28? Madre mía, no acabo de asumirlo. ¡Si cuando empecé este tinglao tenía 20! En fin, menos mal que con tan buena comida se hizo más llevadero lo de hacerse vieja soplar las velitas.
Antes de relataros cada plato, tenéis que saber que Cilindro es un restaurante que fusiona cocina peruana y española , concretamente asturiana. Ahí es nada. Pertenece a los creadores de Ronda 14 y su cocina está “basada en el uso de salsas y reducciones caseras y en elaboraciones “al cilindro”, esto es, en horno de leña (el nombre de cilindro evoca el horno tradicional de leña empleado para ahumar y brasear carnes y pescados, y su versión moderna es el alma y principal motor de este restaurante) “.
Nosotros éramos cuatro y decidimos pedir todo para compartir. Otro acierto porque pudimos probar muchísimos platos y es que realmente se prestan a ello. Así que, seáis dos, cuatro o diez, es una opción más que recomendable.
Causa de langostinos
Empezamos la comida con la Causa de langostino, salmón y chile (9,90€) . Unos bocados llenos de sabor con un puntito picante pero que para nada se quedaba en la boca sino que desaparecía a los pocos minutos, permitiéndote disfrutar del resto de la comida.
Yuca a la huancaina
Nachitos de atún
Luego una Yuca a la huancaína (6,80€) , perfecta para nosotros porque venían 4 porciones. La salsa era un deleite máximo. Para lamer el plato directamente. A este plato le siguieron unos Nachitos de atún , los cuáles no veo ya en su carta. No sé si los han quitado o era un plato fuera de carta. El caso es que se comían de un par de bocados y yo me hubiera comido el plato entero solita. ¡Qué buenos!
Ají de gallina
Y de aquí pasamos a los platos principales, aunque también los compartimos. Empezamos con el Ají de pollo con arroz cremoso de coco (12€). Yo no sé ir a un peruano y marcharme sin haber probado su ají de gallina o pollo porque es uno de mis platos favoritos. Pedidlo. Insisto. Qué deleite.Y además está presentado de forma muy diferente pero cuando lo comes reconoces perfectamente las características de este plato. ¡Lo bordan!
Tortos de rabo de toro
A continuación, unos Tortos de rabo de toro (3,50€/unidad). La carne era taaaan melosa y el torto tan suave y crujiente. ¡Uf! Un escándalo de plato capaz de hacer suspirar a cualquiera. Y para terminar, nos decantamos por el Lomo saltado marinado en su jugo y jalapeño (9,90€) , que es otro de los más típicos de la cocina peruana y que no debe faltar en todo restaurante peruano que se precie. Al verlo llegar a la mesa, aluciné porque estoy acostumbrada a verlo presentado de otro modo. Entre esto y la potencia de su sabor, logró también sorprenderme (y eso que era difícil tras tantos platos exquisitos).
Sinceramente os digo que hubiéramos pedido encantados un par de platos más pero optamos por reservarnos para los postres. Así fue como dimos buena cuenta de un Mochi de lúcuma y granizado de fresa (6,80€), el Cilindro de chocolate con helado de mango (6,80€) y una espectacular Tarta de queso azul, helado de miel y compota de manzana. Esta última no aparece en su carta y, de nuevo, no sé si es porque era algo especial de aquel día o que está fuera de ella. El caso es que, preguntad si la tienen y pedidla porque vais a FLIPAR. Mención especial para los helados, que estaban brutales.
En cuanto a las raciones, os diré que acabamos llenos. Que no os engañe el tamaño porque cunde muchísimo. A destacar que cada plato iba llegando a la mesa cuando terminábamos el anterior, sin hacernos esperar mucho. Y el trato magnífico. Por no hablar de la decoración, que es preciosa. En la planta de arriba hay una gran barra con mesitas altas y en la planta baja el comedor, lleno de espejos y con una luz cálida.
Por eso creo que el restaurante Cilindro es perfecto tanto para ir en pareja, como con un grupo de amigos o la familia, y ya sea para celebrar algo o bien por daros el gustazo. Si vais, contádmelo en los comentarios.
Restaurante Cilindro se encuentra en C/ Ramón de la Cruz, 83 (metro Lista -L4- o Manuel Becerra -L2 y L6- ). Abierto de martes a sábado de 13:00 a 16:00 y 20:00 a 24:00h. Domingos abierto a mediodía. Tel: 91 066 33 56. Web: restaurantecilindro.es
¡Un mordisquito!
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